CASO PENAL DE LA JUEZA MARÍA LOURDES AFIUNI MORA - VENEZUELA.
Se le juzga desde diciembre 2009, cuando ejerciendo su trabajo dejó en libertad con medidas cautelares (en régimen de presentaciones cada 15 días, prohibición de salida del país y retención de su pasaporte) a ELIGIO CEDEÑO, presidente del Grupo CEDEL, tras 2 años y 10 meses en prisión preventiva al carecerse de pruebas contra él.
La decisión de la jueza Afiuni se basó en la aplicación de la ley que establece que nadie puede estar detenido por más de 2 años sin sentencia, así como en una recomendación del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de Naciones Unidas, organismo que había solicitado su puesta en libertad.
Pocos minutos después de haber dictaminado la puesta en libertad de Eligio Cedeño, funcionarios adscritos a los Servicios Bolivarianos de Inteligencia -SEBIN- irrumpieron en la sede del tribunal y sin ninguna orden judicial, esposaron a la Jueza Afiuni ingresándola posteriormente en prisión.
El mismo día de la detención, el presidente Hugo Chávez en la cadena nacional de radio y televisión calificó a la Jueza de bandida por haber puesto en libertad al banquero Eligio Cedeño. Además, haciendo abuso de su poder, quiso transmitir al resto de jueces que un comportamiento similar al de la jueza traería consecuencias graves con penas de 30 años.
Estas declaraciones del fallecido Hugo Chávez, demuestran como los países dictatoriales violaban y siguen prostituyendo los derechos humanos. Además, es en estos países donde más se pone en evidencia que la figura de los jueces esta doblegada a merced de las decisiones del poder ejecutivo. Estas acciones, que pueden parecernos inauditas en países desarrollados, me atrevería a decir que empiezan a sacar a la luz una amarga realidad. Aunque en menor grado, la democracia como la entendíamos, ya hace mucho que está siendo erosionada en todo el mundo.
La jueza Afiuni es otra de las muchas voces que, aunque parece que muchos han hecho eco de las injusticias que han sufrido, en realidad son casos poco conocidos. La mayoría de las personas viven ajenas a la existencia de estas historias. La única forma de conocerlas hoy en día es si Netflix crea una serie sobre la desgarradora vida de la jueza en particular.
Su historia no puede quedar en el olvido y los verdugos que han permitido que viviera durante años un verdadero calvario, vejatorio, perpetuado incluso por la propia Fiscal Luisa Ortega, deben ser llevados ante la justicia. El poder, en determinados países, está cada vez más envenenado y lo más delictivo, es que a nivel internacional lo permitimos. Es cierto que algunos se quejan, e incluso ponen voz a las injusticias, pero no es menos cierto que seguidamente después, si hay intereses económicos de por medio, se sigue negociando con los dictadores y sus bufones. Volviendo a la Fiscal, esta mujer se atrevió a sacar de la chistera como si de una maga se tratase, hechos falsificados e irregularidades para mantener sin motivo alguno a la Jueza en prisión. Me atrevería a apodar a esta corrupta mujer como la Judas del siglo XXI.
Ahora la jueza MARÍA LOURDES AFIUNI MORA tiene un arduo trabajo por delante, porque a pesar de gozar de libertad, es una libertad condicionada. Es decir, no puede hacer declaraciones, su uso de las redes está vigilado y controlado y no hablemos de salir del país. Si a esto, le añadimos sus secuelas mentales y físicas que no son una pesadilla sino una realidad causada por los abusos sexuales, golpes y castigo que han dejado huellas irreparables. Va a necesitar no sólo de todo el cariño social que ha creído en su causa, sino también, de una fuerza interna para volver a levantarse cada mañana y gritar a los cuatro vientos SOY LA AMA DE MI DESTINO, SOY LA CAPITANA DE MI ALMA.
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